Ocurre con nuestras paredes situación semajante. Después de tanto color y tantos papeles repetidos en diseños en la decada de los 70, ocupando todos los espacios disponibles de las casa de nuestros padres y abuelos… se impuso la necesidad de paredes monocromáticas y… Oh terror!!!!! Llenas de Gotelé.
Ahora queremos paredes lisas, queremos papeles pintados, afortunadamente en este segundo debut contamos con la suerte de tener colecciones de muy alto diseño, de muchísimas opciones y lo más importante: del USO DISCRETO de este material, destinado a definir ambientes. Así, es suficiente una sola pared en el dormitorio –the only wall- para definir y darle propiedad al cabecero de la cama (foto 2) o simplemente dos pliegos de papel con mucha densidad para darle realce al comedor (foto 1). O unas modestas rayas para alegrar un recibidor (foto 3).