Cada año por estos días, nos anuncian el color que marcará tendencia en moda y decoración. Hasta el año pasado los colores elegidos eran fáciles de visualizar: muy evidentes, el orquídea radiante del pasado año o el verde turquesa de 2013.
Este año nos lo han puesto más difícil. Los gurús de la moda cada vez son más sofisticados: nos dicen que el color del año 2015 se llama marsala. A ver qué hacemos si no somos expertos y conocedores de vinos. Afortunadamente tenemos a Google y éste nos cuenta que Marsala es una región de Italia donde se produce un estupendo vino que lleva el mismo nombre. El vino en cuestión es dulce y su color – que es el tema que nos ocupa – es profundo y cálido con toques de marrón y ocre.
Está claro que por más que nos digan que determinado color se impone y es el color del año, no podemos cambiar el color de nuestras paredes como cambiar de pinta labios. En realidad son las industrias de la moda y la cosmética quienes pueden cambiar de color cada temporada. Nuestras casas deben mantener los elementos de color por varias temporadas. Claro está, podemos introducir accesorios que den un toque de actualidad como en cojines o un grupo de candelabros o una alfombra en el hall de la entrada.
En el caso que coincida que estamos haciendo cambios en la decoración o estrenando nueva casa y queremos introducir este novedoso color llamado marsala, tendremos en cuenta que ha de ser en una o dos paredes. Si queremos combinarlo con papel pintado tendremos en cuenta que el papel debe tener un estampado discreto con matices ámbar, ocre oscuro, dorado o azules.