Casas de campo… Puntos de encuentro

La semana pasada hicimos referencia a los pisos y casas de playa. Como segundas viviendas, las casas de campo se rigen con los mismos criterios. La particularidad de las casas de campo es que, por lo general, son más espaciosas que las de playa, en especial si se trata de casas con finca o con grandes extensiones ajardinadas.

Si éste es el caso, el mantenimiento de grandes superficies vegetales requiere de más atención. Por lo general, quienes las poseen suelen disfrutar acondicinándolas y cuidando de los jardines. Aunque éste sea el caso, si no se trata de nuestra vivienda permanente y la visitamos por temporadas, es preferible contar con plantas originarias de la zona, ya que éstas suelen adaptarse mejor al clima y requieren menos mantenimiento.

Si  nuestra casa de campo en efecto tiene grandes jardines, es recomendable establecer «puntos de encuentro«. Tener al menos una o dos zonas, donde resulte agradable reunirse y que tengan cabida varias personas.  Si la casa es pequeña, también es indispensable propiciar al menos un «punto de encuentro«. Puede ser una pequeña zona de sofás de exterior, o tal vez en el jardín si hay un bonito árbol y colgamos una hamaca. Puede lucir muy bien sola, pero si tenemos alrededor una cuantas sillas, aunque sean plegables, estas invitarán a reunirse y compartir. En éstos sitios se propician las buenas conversaciones y tertulias. En esos puntos de encuentro, los desayunos o meriendas son, si se quiere, más exquisitos. Ése es el encanto de estas casas, donde las horas pasan lentas y distendidas.

En cuanto al interior de la vivienda, el mobiliario debe ser sencillo y fácil de mantener. Una pared con revestimiento a cuadros es un clásico en estas viviendas y no necesariamente cuadros escoceses. Hay papeles muy actuales que además aportan calidez. Las telas y alfombras, mejor en fibras naturales. Las cocinas de las casas de campo se disfrutan muchísimo. Si hay la oportunidad, en una de las paredes, puede lucir estupendo un alegre papel pintado de flores, como el mostrado en la fotografía. Los complementos deben ser sencillos, los sombreros lucen muchísimo en alguna pared o sombrerera. Aparte de ser decorativos resultan útiles a la hora de largos paseos por el campo.

Todos disfrutamos de una casa de campo, si es nuestra o si somos invitados, pero los que más, los niños y las mascotas. Ellos son más felices que nadie en esos espacios para reunirse y compartir.