La vida en un smartphone: locos por Instagram

El modo de comunicarnos y de almacenar nuestros recuerdos está cambiando, y de qué manera. Aún recuerdo cuando las fotos las contenía un carrete y debíamos esperar al menos un día para revelarlas y saber que tan acertadas habían salido. Vistas y seleccionadas, generalmente pasaban a un álbum, un libro físico que las contenía.

La última vez que revelé fotos, hace 12 años, mis hijos aún eran adolescentes. Fue la última vez que coloqué fotos en un álbum de papel. En esos tiempos muchos de nosotros aún estábamos refugiados en la reservada comodidad de nuestras vidas privadas. Los primeros móviles con buenas cámaras hicieron su aparición. Yo disfrutaba de la inmediatez de ver los resultados de mis fotos. Por el trabajo que desempeño siempre he requerido tomar fotografías, así que, había llegado a mi vida una maravillosa herramienta. Facebook rondaba por nuestros móviles y ordenadores. Instagram aún tardaría unos años en llegar. Yo era ajena a todo esto, mi gran premio era poder tomar y clasificar fotografías de forma inmediata, cientos y miles «de lo que no nos cuesta, hagamos fiesta». De ahí pienso que ya no tiene el mismo valor una fotografía de las de antes, de las que había que esperar por ellas, de las que se hacían desear. Son percepciones, tal vez esté equivocada.

Entretenida en mi particular galería, dejé pasar por años la vorágine de las redes sociales. Mis perfiles personales no tienen más de una decena de fotos subidas por mí. Si aparezco en alguna más,  es por que alguien ha subido fotos de grupos, con las inevitables etiquetas. Instagram llegó a mí como una herramienta de organización para las galerías de fotos de TWS (The Wallpaper Store). Es una empresa que selecciona y distribuye revestimientos y papeles pintados, fotos propias y fotos de los fabricantes que llegan a diario. Instagram permite compartirlas casi en tiempo real. Ahí radica su encanto. Las cuentas de TWS: @papelpintadotws (España) y @papeltapiztws (America Latina) son netamente comerciales, pero para no ofrecer más que simple publicidad, tratamos de editar imágenes y contenidos de calidad.

El caso es que interactuando a diario con Instagramers que tienen la amabilidad de seguirnos, hemos descubierto perfiles de personas maravillosas. Muchas de ellas han hecho que esto deje de ser un trabajo y se convierta en una forma amena de comunicación. No quiero despedir esta entrada sin referirme a @rebekkamoreno, una periodista encantadora que con el glamour como seña de identidad nos muestra su día a día. @lovelypepa, encantadora y jovial, la recordamos cuando visitó nuestra tienda de Vigo y, con amabilidad y sin interés, publicó fotos de su casa con nuestros papeles. Desde aquí le agradecemos el detalle. @pideporesaboca, Sonsoles de la Peña, nuestro último y estupendo descubrimiento en IG,  comparte con nosotros los mejores sitios de Madrid y de paso nos deleita a diario con su elegante estilo y encantadora sonrisa. Así, poco a poco, nos hemos vuelto locos por Instagram.