Las protagonistas hoy son nuestras niñas y la decoración de sus dormitorios. Las opciones de papeles pintados y telas para ellas nos permiten crear espacios de acuerdo a cada etapa de su infancia.
Cuando decoramos la habitación de nuestro bebé el estilo y los colores son decisión propia. Este espacio tantas veces soñado podemos hacerlo realidad tal como lo pensamos. Obviamente, nuestra pequeña, aún no opina.
Existen madres muy prácticas, que no son amigas de muchos cambios y eligen para esta primera habitación un papel pintado que se mantenga por mucho tiempo, sólo cambiando mobiliario y telas. Ésto es válido, ya que un papel lavable y con buena resistencia a la luz puede durar más de 15 años y lo retiramos algún día por que nos aburre, no porque está deteriorado.
Otras madres deciden hacer cambios más radicales y con más frecuencia. Cuando dejan la cuna, cuando van al cole y requieren de una zona de estudio bien diferenciada, o cuando la chiquilla va de vacaciones a un campamento de verano y la ocurrente madre decide sorprenderla con algún cambio en su dormitorio. Debemos conocer muy bien sus gustos y tendencias. Si sólo hacemos el cambio pensando en la habitación que nosotras habríamos deseado cuando teníamos su edad, ahí puede haber un problema… y toda la inversión de tiempo y dinero que supone hacer un cambio resultará no ser tan acertada.
La típica habitación de princesita en blanco y rosa, con tules y doseles, tal vez no es el ideal de nuestra niña. Ella no quiere ser princesa. Prefiere lunares o estrellas o directamente ve esa habitación como una explosión de rosa y a ella le gusta el azul. Hay niñas encantadas en ser princesas y habitar ese reino logrado con telas estupendas y papeles rosa Es muy fácil negociar a estas edades entre 6 y 10 años. Si nuestra niña quiere ser una heroína, una «fashion star» o una astronauta y ocupar un modulo espacial y no estamos dispuestas -ni es recomendable- a que su habitación sea un escenario para cumplir todas sus fantasías, basta con elegir para sus paredes un papel en tonalidades neutras, con líneas muy simples y recurrir a elementos sencillos como cuadros o stickers que podemos colocarlos por un tiempo y luego retirarlos sin más complicaciones. Después de todo, que una niña no quiera ser princesa no representa ningún problema, siempre que no se llame Leonor y su madre sea Letizia. No sera problema porque nuestra princesita va de rosa en la proclamación de su padre el Rey.